La pizza de manzana: una variación de la receta de la tarta tradicional con la que se puede sorprender y que es ideal para comer templada
La pizza de manzana ofrece una variación a la tradicional tarta de manzana con la que se puede sorprender a los invitados. Al no tener mantequilla, sólo aceite de oliva es mucho más saludable y menos calórica. Aunque no es apta para personas diabéticas ya que tiene un elevado contenido de azúcar, aunque se pueden sustituir por edulcorantes.
Ingredientes
1 kilo y 1/2 de manzanas
1/2 kilo de melocotones
120 gramos de azúcar
1 limón
1 vaso de agua
Para la masa
200 ml de agua
300 gramos de harina (mejor si es harina de fuerza)
½ cucharadita de sal
20 gramos de levadura fresca,
15 gramos de aceite de oliva
Elaboración
Para preparar este postre hay que prestar atención a la masa. Aunque puede comprarse ya prefabricada, como hemos explicado en otras ocasiones, es mejor la de casa, hecha con cariño y sin conservantes, colorantes ni grasas saturudas.
Esta masa es muy sencilla y no es necesario emplear mucho tiempo para elaborarla. Lo primero es mezclar la levadura, la sal y la harina en un bol profundo y amplio. Se coloca esta mezcla en forma de volcán y se realiza un orificio desde la parte superior hasta el fondo, donde se añadirá el agua templada, sobre los 35 grados, y el aceite de oliva.
Se remueve con suavidad hasta que la masa no se pegue a las paredes del recipiente y se pasa a trabajar sobre una superficie plana: la mesa o la encimera de la cocina, que previamente se ha enharinado para evitar que se pegue. Se trabaja la masa para que tenga más elasticidad doblándola, aplastándola y trabajando en varios sentidos hasta que esté perfecta, alrededor de 10 minutos.
Después de se deja fermentar a temperatura ambiente, dentro del bol, cubierta para que no se cree corteza hasta que doble su volumen, alrededor de 40 minutos, dependiendo de los grados del exterior.
Mientras fermenta la masa, pelamos y partimos el medio kilo de melocotones en pequeños trozos y se colocan en el cazo junto a 100 gramos de azúcar y agua que cubra la fruta. Se deja cocer hasta que se ablande a fuego medio, revolviendo de vez en cuando. Si se desea un puré más denso, sin tropezones, se pasa la compota por la batidora obteniendo la base uniforme.
Cuando hayamos acabado esta operación ya se habrá fermentado la masa. Que sobre la mesas se trabaja con el rodillo hasta obtener el grosor deseado y ya está lista para ser utilizada.
Se colocan encima de ella la compota, y después, laminadas, las manzanas hasta cubrir toda la superficie. Una vez lista sólo queda el toque del brillo.
Se puede lograr con mermelada, o con caramelo suave. Para hacerlo, en una sartén se colocan los 20 gramos de azúcar con un poco de zumo de limón y ude agua. Se deja reducir hasta que se ponga amarillo suave y con una brocha, se barniza la superficie de la pizza.
Ya sólo queda meterla en el horno. En aproximadamente 15 minutos estará lista para pasar la cortadora y servir los dulces triángulos.
Se pueden añadir grosellas por encima, hojas de menta y acompañarse de cualquier helado como nata, limón o vainilla.