Este mes he reafirmado mi convicción sobre que sin la prensa especializada no hay periodismo.
Los grandes periódicos y los rotativos locales no cubren muchos aspectos ocultos de las ciudades que deberían despertar y salir cada día en las portadas. Aún me sorprendo cuando asisto a una actividad en algún punto de la comunidad, y me refiero dentro de las propias capitales, y no hay ningún compañero de la prensa.
Está claro que hay muchas noticias y mucha vida en cada una de las 9 provincias y que hay que hacer hueco para cada una de las iniciativas en diferentes puntos. Por eso existimos los periódicos destinados a públicos concretos, los que llegamos donde no están esos otros, donde existe la gratificación de ser los únicos que imprimen una información, no las mismas que publican en el resto y porque se da importancia a aspectos que para otros pasan desapercibidos.
Que os interesa está claro, sino tendríamos en el despacho amontonados cientos o miles de periódicos y como diría la frase hecha: «nos los quitan de las manos».
Todos los medios de comunicación somos imprescindibles. Recuerdo cuando decían que la prensa local no tenía futuro, o que los digitales no funcionarían.
Es importantísimo saber lo que ocurre cerca y lejos, y lo que se hace especialmente para nosotros, o ser realmente los protagonistas de las noticias.
Todos somos esenciales. Igual que en política. ¿A quién se recurre para organizar un curso de memoria? A la trabajadora social, al diputado, al concejal del área…