El pasado 18 de marzo, a los 82 años, cerraba los ojos Matías Rueda. El hombre sencillo, amante de la forja, creativo y creador, que desde que comenzó a imprimirse Gaceta de Castilla y León colaboraba con sus chistes, poniendo el humor a la rutina, haciendo que este periódico fuese un poco más grande.
Todos aquellos que conocían a Matías eran capaces de ver cómo su mirada era trasparante. Cuando lo conocí por primera vez, aunque él no lo recuerde. Yo era una jovencísima becaria que se acercaba a su taller para hacer un reportaje de aquellas obras que acumulaba. Desde esas líneas, a la colaboración posterior pasaron años, y se produjo un reencuentro inesperado.
Trabajó en la fábrica de cementos de Hontoria de Cerrato y su labor se centraba en hacer felices a quiénes lo rodeaban. Cuidaba con el amor que se profesan los años a su esposa, y a su amplia familia. Un grupo que quiso arroparlo en su último adios.
Matías vivió y murió de una forma tranquila, pero siendo protagonista, haciéndose sentir y querer. Desde Gaceta de Castilla y León, sólo podemos agradecer haber contado con él en todo este tiempo, seguiremos contando con estos chistes que nos dejó preparados y tratando de lograr que esas risas y sonrisas que levantaba.
Con estas líneas desde la Gaceta, tu periódico, sólo podemos darte las gracias Matías, en nombre de los lectores de este rotativo y seguidores de www.gacetadecastillayleon.com En especial Isabelino, Carmen y yo.