Un minuto…y nada más,
un minuto, sólo eso,
presentirnos, encontrarnos,
vernos sonreÍr, y luego
cada cual a nuestras cosas,
que tenemos
la vida, muy alejada
de pasados sentimientos
y escarbar, haría daño,
porque ahondar en los recuerdos
deja secuelas amargas
sin posible retroceso.
Un minuto…y nada más,
un minuto, sólo eso,
sin hacer comparaciones
ni machacarnos por dentro :
La caricia en la mejilla…
un ¿qué tal…? pero si vemos
que el recuerdo cobra vida…
sepamos poner el veto.
Las mujeres somos alma,
si queremos,
queremos con tanto brío
que nos damos por entero,
si conservamos rescoldos
de un amor que fue sincero
no arrancamos las raíces
barruntando brotes nuevos.
¡ Pero no, ahora no !.
¡ Por mi parte…lo prometo !.
Un minuto,…y nada más.
un minuto, sólo eso.
Yo sabría si tus ojos
tienen los mismos destellos.
Tú, sabrías si mis manos
conservan entre sus dedos
las huellas de tus caricias…
Y…¡ sin entrar en el juego,
que no se escape un suspiro
que haga revivir el fuego !
Un minuto…y nada más,
un minuto, sólo eso.
Y una vez ya separados,
cada cual por su sendero,
los castillos en el aire
derribarlos por los suelos.
Tengamos las cosas claras
sin pintar lo blanco negro,
ni pensar, que por el aire
se quedó flotando un beso.