Por Carmen Quintanilla Buey
Palencia, de Castilla, todavía
¿tan sólo nos ubicas ante el mapa?,
pues…, debo asegurar, que se te escapa
el alma de esta tierra tuya, y mía.
Palencia, que derrocha valentía,
y sabe pelear como jabata,
si algún entrometido la arrebata
su historia, sus ancestros, su hidalguía.
Palencia, con el oro en sus trigales,
riberas dando flores a raudales,
y ríos, que ahogarían el Desierto.
Ven a la Catedral, tan admirada.
Y a la Diputación, que iluminada,
seguro que te deja boquiabierto