Carmen Quintanilla Buey
Como remate: La duda.
Entre la noche y el alba
tengo cita con la luna
que me escucha,
que me aguanta.
La luna es mi confidente,
si no la busco, me llama.
Hablo a solas, y su apoyo
desde el cielo, me relaja.
Ramalazos de aire fresco
calman mi fuego sin llama
en este » yo «tan interno,
mezcla de chispa y de lágrimas.
Un revoltijo de pena
amordaza mi garganta.
Pastillitas de la marca Fortaleza
me prometen ganar la batalla.
Jamás mi lunita deja de escucharme,
me comprende, me abraza.
Siempre me cobija su azul de terciopelo.
Y al abandonarla
dejo mis pesares al libre albedrío
de sus opiniones, y nace la calma.
Somos muy amigas.
sabe que me voy, la veo angustiada.
Ella me promete crearme sonrisas
que en el arroyuelo mostrará en mi cara.
Flota por el aire su frase optimista.
Pero no regreso llena de esperanza.
Me encojo de hombros, emprendo el camino,
y a pasitos lentos regreso a mi casa.
Ya sé que la pausa se hará interminable,
porque el resultado…
lo sabré mañana.