Tras tres años de negociaciones con todos los sectores implicados, se ha aprobado en consejo de gobierno el recurso que permite a los usuarios elegir qué recursos necesitan en cada momento de su vida
Con la aprobación de la Ley de Servicios Sociales de Castilla y León que establece el cambio de paradigma del sistema de ayudas al de derechos, el siguiente paso para hacer efectivo este nuevo modelo, consistía en la creación de un catálogo de servicios que supone que los usuarios son los que eligen aquellos recursos que necesitan pudiendo compatibilizar todo tipo de ayudas necesarias.
Un ‘menú’ que supone un vuelco a las políticas actuales y que también implicará que se pone en marcha un periodo complejo de adaptación al sistema que comenzará con la formación de los profesionales de los Servicios Sociales.
De hecho, en el texto se establece la figura del profesional de referencia para ofrecer al usuario todo lo preciso en cada momento de su vida. Tras su aprobación en consejo de gobierno, el pasado 11 de diciembre, la consejera de Familia resaltó que se consolida una atención “integral, flexible, personalizada y no estática”.
Por otro lado explicó un caso práctico “una persona en situación de dependencia debía hasta ahora optar por elegir un servicio: o bien acudir a un centro de día con un horario rígido, contar con ayuda a domicilio, con asistente personal o con un servicio de autonomía personal. Con el nuevo catálogo, en cambio, podrá disfrutar de una combinación de horas, días y servicios. Tendrá la posibilidad recibir ayuda a domicilio unas horas, acudir a un centro de día dos días a la semana, contar con un asistente personal unas horas y, además, recibir sesiones de fisioterapia o terapia cognitiva y disponer en su domicilio del servicio de teleasistencia”.
En total se recogen 109 modalidades de prestaciones que dan respuesta a 10 grandes grupos de necesidades y 1.100 nmenores. Se trata también de adaptarse a los cambios de la persona, ya que por ejemplo, una persona con una enfermedad crónica degenerativa que reciba ayudas vinculadas a la dependencia en diferentes momentos de su vida necesitará recursos que se adapten a su evolución.
el catálogo. En éste texto se recogen, junto a los servicios que se tienen acceso, de los cuales el 75 por ciento son financiados al 100 por 100 por la administración también incluye la definición y clasificación de todas las prestaciones, su contenido e intensidad mínima, la población destinataria, los requisitos y condiciones para su acceso y disfrute, su titularidad, la aportación del usuario y su financiación, el régimen de compatibilidad e identifica cuáles son consideradas prestaciones esenciales.
El modelo parte de 10 grandes grupos de necesidades, como por ejemplo cuidados básicos, alimentación, autonomía personal, movilidad, inclusión social o necesidades básicas de subsistencia, que hay que atender desde los Servicios Sociales. El profesional marcará una necesidad u otra según corresponda, y analizará de entre ocho grandes grupos (acceso a la información y valoración, prevención, apoyo a la familia, soporte a la autonomía personal, atención social en contexto comunitario, servicio integral en centro residencial, protección y tutela o apoyo para necesidades básicas) cuál de las 109 modalidades de prestaciones ofrece esa respuesta acorde a sus necesidades y con qué intensidad.