Con septiembre vuelven las actividades programadas dentro del Espacio Mayores de Cruz Roja Valladolid. Se retomarán las de los jueves de cinco a siete de la tarde, pero también las que vienen acompañando a los programas que logran prevenir situaciones de Dependencia fomentando el ocio activo, promoviendo la participación en actividades como vía de desarrollo personal, facilitando la interacción social, y generando una red social para las personas participantes, minimizando así los efectos del aislamiento social y sentimientos de soledad. Además, el programa va más allá y organiza acciones fuera de la sede. Un ejemplo de ello es quese trasladan a lugares tan emblemáticos como el Auditorio Miguel Delibes, sede del Conservatorio de Música, donde el profesor José Ramón Alonso ofrece sus conocimientos. Se trata de un auténtico maestro con 13 años de experiencia en Valladolid que dispone del Título superior en piano en el Conservatorio de Madrid.
Por segundo año consecutivo, dentro del Espacio Mayores organizáis una actividad dedicada a la música. ¿Cuál es el objetivo y cómo se os ha ocurrido la idea de traer aquí a los mayores?

Yo he estado trabajando en distintas facetas en Cruz Roja, sobre todo con personas mayores. Antes de entrar en este programa estuve dos años como voluntario y tres dentro del programa de cuidadores.
Mi acercamiento a la entidad se produjo cuando decidí ser padre de acogida y desde entonces mi labor ha ido evolucionando. Desde hace 3 años estoy con los cuidadores. Bueno, no como socio, sino como voluntario. No me acuerdo muy bien, pero creo que no mucho más. La idea de esta actividad surgió de manera muy divertida porque el otro día pensaba que la primera vez que fui a Cruz Roja lo hacía con el interés de acompañar a este colectivo e hice de todo menos eso. Pero ahora me dedico a ofrecerles mi formación mediante charlas interativas. Les encanta la charla, lo pasan muy bien. Yo estoy asombrado porque a veces hablamos de cosas un poco duras, sobre todo en el programa de cuidadores voluntarios de Cruz Roja, y es increíble.
La idea fue hacer algo grupal y no dar charlas. Se lo propuse a mi departamento dentro del Conservatorio y Diego Fernández Magdaleno, que es el que ha tocado en una de las clases, me propuso dar la charla del día. Ha hablado de su relación con Pedro Aizpurúa, que fue maestro de capilla aquí en la Catedral de Valladolid y profesor del conservatorio, y ha tocado varias piezas suyas. O sea, que era un plan interactivo porque no solo se trata de tocar, sino también de dar una pequeña explicación. No se trata de tocar y ya está, eso sería un concierto normal. Aquí se trata de aprender, y eso tiene arreglo si se habla de ello. Entonces, empezamos el 4 de abril, más o menos. Yo pensaba que no habría interés en este tipo de música, pero sí hemos contado con gran apoyo y respaldo y mientras haya personas dispuestas, seguimos.
¿Cómo se traduce en números?
En total, 26, aunque suelen acudir una media de 30 al mes. Pero tú sabes el mérito que tiene porque son personas que no les ponemos el transporte ni nada, son gente que se organiza entre ellos., quedan y vienen en autobús acompañados. Son personas de más de 75 años, usuarias de Cruz Roja que viven solas y el hecho de que desde Valladolid se acerquen hasta el Delibes me parece que tiene un gran mérito.
¿Cuál es la diferencia entre ofrecer estas clases o talleres a personas mayores y ofrecerlos a otras audiencias? ¿Es la misma dinámica?
Bueno, normalmente, como te decía antes, si toco en un concierto, no suelo hablar. Así que sí, es distinto. Cuando se trata de dar una explicación o tener un fin pedagógico, hay que plantearlo de otra manera. También es más breve que un concierto normal, no sé, pero cuenta la parte de tocar música, y ahí se respeta el texto y se hace lo mejor posible.
¿Cuáles son las sensaciones de las personas que, a lo mejor, no habían venido antes al Auditorio Miguel Delibes? ¿Cuáles son sus sentimientos al venir aquí al conservatorio y poder compartir el aula contigo?
Me ha llamado la atención un comentario de alguien que agradece al pianista, a Diego, porque estando tan cerca podía ver cómo manejaba el instrumento. O sea, que cuando vas a un concierto en una sala tan grande, pues no puedes fijarte tanto porque tienes al pianista lejos. Y aquí está todo mucho más cerca, entonces la sensación era de mucha más cercanía, también por el hecho de que hay comentarios y puedes ver al pianista respirar, tocar, lo que sea. Es muy interesante. Han hecho muchas preguntas y han manifestado curiosidades. Han hablado sobre personajes de Valladolid. El otro día me preguntaron muchas cosas, y también hoy. El primer día yo comencé hablando en general sobre la estructura de la música que iba a tocar, sobre cómo eran las piezas. Y sí, claro que tenían interés. Hoy me ha llamado la atención que había personajes que aparecían en las fotos proyectadas, porque traían documentación en una pantalla, que la gente conocía. Incluso una persona que salía en la foto estaba allí presente: Angelines Porres. Fue directora del conservatorio y ha sido un honor y un placer.
¿Es mejor que haya más clases y otros instrumentos?
Sí, hay compañeros que me han ofrecido la posibilidad también de que toquen alumnos. A mí me parecía que también podía ser interesante. Habrá que verlo, pero bueno, que también tengan un cierto nivel. Esperamos seguir con el proyecto.
El Espacio Mayores de Cruz Roja Valladolid es un proyecto en el que las personas mayores participan de manera gratuita. Este proyecto está subvencionado por la Junta de Castilla y León – Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y financiado con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y sobre Sociedades para la realización de programas de interés general.
