¡Quiero ir a Valencia ahora mismo!
¡Por favor, abrid las compuertas!
Que las llamas, se apagan con versos,
y desaparecen, porque se acomplejan.
Quiero usar mi manera sensible
de arrimar el hombro, tengo la certeza
de que el fuego, enfrentado a otro fuego
tras tremenda lucha, baja la cabeza.
La mía, está arriba, aguantando el llanto,
por esa noticia terrible, tremenda,
el corazón vibra, pero destrozado
porque es imposible saltar la barrera.
La gente sencilla, no conoce el modo
de enfocar el caso de forma serena,
y suplica a gritos, que surjan milagros,
y llegue del Cielo, la Paz a su tierra.
Ya luego, mi verso hecho con el alma,
muy agradecida, al ver la respuesta,
cobrará esa fuerza que da el resultado
cuando se ha luchado de manera extrema.
Y… ¡Ojalá, que el suelo, ya sólo ceniza
consiga empapar tantísima pena! – .
Pues…. Todo ha pasado, contad con mi apoyo,
hoy mando mi abrazo con sello de urgencia,
y pongo en el sobre, con letra grandona:
Remite: CASTILLA—-Destino: VALENCIA.
CARMEN QUINTANILLA BUEY
gacetadecastillayleon.com 