POR Mª Jesús PRIETO VILLARINO
LIC. FILOSOFÍA
«Tampoco hay libertad en la tierra. Es imposible que uno solo disfrute de ella/si los demás, / pues lo desvelarán los gritos de los esclavos/ de tiempos inmemoriales/ y los ladridos de los perros encadenados. // No hay excepciones, / hombres y bestias/ o nos liberamos juntos o nos pudrimos juntos.»
Imad Abu Saleh, poeta y periodista egipcio, sacude desde sus versos cualquier atisbo de acomodación indagando y exponiendo cada una de las cuestiones que inquietan al ser humano desde tiempos inmemoriales. En su poemario “Elogio del error”, pueden leerse versos como golpes furibundos, “Sonreíd a los asesinos, /estrechadles/-calurosamente-/las manos rojas/… Pero también versos como clases magistrales de una anciana eminencia, “hombres y bestias, / o nos liberamos juntos o nos pudrimos juntos.”
El llamamiento es absolutamente actual: defiende la imposibilidad de libertad si no es extendida a todas las personas… incluyendo en la extensión a todo ser sintiente. Una visión que intenta abrirse camino en el pensamiento antropocéntrico, eliminando la concepción de superioridad humana que permite cualquier crueldad sin carga moral.
No solemos dedicar tiempo a pensar en la situación de aquellos seres que nuestra cultura instrumentaliza, apropia y explota bajo la lógica de la dominación. Pero esta lectura puede “suspender” el automatismo en el que vivimos, sometiendo a reflexión nuestra mirada y sus consecuencias.
Versos que nos permiten mejorar hábitos: Cuidar los entornos naturales, comprobar el origen y cuidado de los productos que nos alimentan, evitar espectáculos donde exista el daño gratuito a animales… y todo aquello que podáis añadir porque, la suma de muchas cosas pequeñas, construirán un mundo más justo.
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