La primavera de Carmen Quintanilla Buey
Ya llegó la Primavera, se entretiene con mis pasos,
y me deja poco sitio, necesito más espacio
para verla, contemplarla, y que no pase de largo.
Darle gracias….reprocharla….porque a veces, no hace caso
a unas cosas muy urgentes, pues seguro, está en sus manos
arreglar ciertos asuntos, y que tienen sólo un Amo.
Y si el Amo se adormece, por haberlos descuidado,
tal vez, note el alma triste, mientras suenan los disparos.
Sí, llegó la Primavera, pero no exenta de charcos.
Yo, los salto con cordura, que salpican, y hacen daño.
Hoy, nos cuentan… ¿Cuántos, cuentan? ¡Si no pueden ni contarlos!
Hoy, nos dicen….. ¿Qué nos dicen?… Si salimos al mercado
y compramos….¿ qué compramos, que nos salga más barato?
Mientras tanto, los gobiernos, siempre están deliberando,
Yo no sé qué deliberan, pero lo deliberado
me ha dejado el monedero totalmente vaciado.
¿Y el amor, en Primavera? Ya no anda con recatos.
Yo te gusto…. tú me gustas…. ¡a la cama, y… arreglado!
¡Ay, Primavera, bonita, en invierno,te he soñado
escribiendo bajo el sol, y llenando el pliego en blanco
de amapolas, margaritas,y el cariño, abriendo paso.
Tiraré de la coraza, guardadita en el armario
que utilizo, si la prosa se ha colado de milagro
y me dice: -guarda el alma, y cierra bien el candado.-
Me calzaré los playeros, y ligerita de trapos,
pasearé hasta la Trapa, dejaré los malos tragos,
tomaré el sol…, ejercicio…, chocolate…, ¡y arreglado!
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