¿Qué hacemos con las y los mayores?O la paradoja de atender a personas con cuarenta años de diferencia

E. DUQUE

DIRECTORA – EDITORA

¿Se imaginan atender a un bebe recién nacido igual que una persona de 40 años? ¿Creen que es legítimo escribir o programar actuaciones de una manera similar para personas que tienen una diferencia de edad de una cuarentena?


A mis 44 años no me imagino leyendo los famosos libros de ‘Teo’, ‘Celia’ o similares, ni escuchando o viendo lo mismo que mi sobrino de 17 años, ni siquiera veo las películas de la misma forma que cuando lo veía hace 10 años. Entonces, ¿por qué las políticas sociales, municipales, incluso asistenciales se plantean de la misma manera para aquellos que tienen 65 o 105 años?


Esta es una realidad de la que nunca se habla y que debe ser analizada para ser comprendida ya que si yo nací en 1980 y viví con emoción las Olimpiadas de Barcelona del 92, alguien que nació en el 2000 ni siquiera sabe quién era Miki Oca, o piensa de que eso de la dictadura es una utopía.


El otro día, en Arcos de Jalón, en Soria, al visitar una residencia, el propio director me comentaba cómo se han ido adaptando de manera natural a las peticiones de las personas usuarias. Como ahora tienen wifi, o las actividades han ido variando y cómo las personas con mayor grado de dependencia siguen un ritmo diferencia a aquellos que disponen de mayor capacidad para tomar decisiones sobre su propia vida.


La sociedad, ¿entiende esto? Creo que en muchas ocasiones es más sencillo encerrarse en la comodidad de programar siempre lo mismo y dejar que la vida fluya sin más, obligando a que sean los propios usuarios los que hagan cosas que no les apetecen.


Cuando preparo mi presencia anual en la Facultad de Periodismo, me enfrento a vuestra realidad, a cómo veo que váis evolucionando y cómo lo que antes era noticia, como un curso de yoga en el parque, ahora ni siquiera se refleja en este periódico porque es ya parte de vuestra vida cotidiana.


De hecho, el cambio de denominación de centros de mayores como los de Valladolid, que desde hace ya 3 años se denominan de ‘Vida activa’, demuestran que con la jubilación quedan cuarenta años en los que POR DERECHO hay otro modelo pensado para ustedes, lectores. ¿Seremos capaces de adaptarnos rápidamente o tendrán ustedes que salir a las calles masivamente como los agricultores y ganaderos para que les hagan caso? Esperemos que no sea necesario, ya que, por desgracia, no tienen maquinaria tan llamativa para la portada de las grandes rotativas.


Aprovecho queridos lectores para agradecerles la confianza que desde hace 17 años depositan en este medio de comunicación, pensando únicamente para ustedes y que verán como dentro de poco evolucionará, como lo hacen ustedes. Gracias por su cariño, su fidelidad y por creer en la prensa que no pertenece a los grandes grupos comerciales y que trata de ser el reflejo de lo que son. Siempre a su lado.

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