Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Barcelona y publicado en la revista Food & Function ha revelado que consumir 40 gramos de nueces en la cena puede mejorar la calidad del sueño y aumentar los niveles de melatonina en adultos jóvenes sanos. Se trata de uno de los primeros trabajos científicos que relaciona directamente la ingesta de frutos secos con parámetros objetivos de descanso nocturno, ofreciendo una nueva perspectiva sobre cómo la nutrición influye en el bienestar general.
Un ensayo clínico revela el potencial de las nueces para mejorar el sueño
El estudio evaluó durante ocho semanas a 76 adultos jóvenes de entre 20 y 28 años, quienes participaron en un diseño cruzado con fases de intervención y control. En la fase de intervención, los participantes consumieron nueces a diario durante cuatro semanas, mientras que en la fase de control mantuvieron la misma dieta pero sin incluir frutos secos.
Los investigadores encontraron que:
- El consumo diario de nueces aumentó de forma significativa los biomarcadores de melatonina en la orina vespertina, la hormona clave que regula el sueño.
- Los participantes se durmieron 1,3 minutos más rápido y mostraron una mejora en la calidad del sueño evaluada mediante cuestionarios y dispositivos de seguimiento.
- Se redujo la somnolencia diurna autoinformada, lo que sugiere un efecto positivo en la vigilia y el rendimiento diario.
Aunque no se observaron cambios significativos en las variables del ritmo circadiano, los autores destacan que la combinación de triptófano, melatonina vegetal, magnesio y vitaminas del grupo B presentes en las nueces podría explicar los efectos beneficiosos observados.

Un problema de salud global con impacto en Castilla y León
El insomnio y otros trastornos del sueño afectan a cerca del 20% de la población española, con consecuencias que van desde la fatiga crónica hasta un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y cognitivas. En Castilla y León, especialistas del Hospital Clínico Universitario de Valladolid ya han advertido del aumento de consultas relacionadas con problemas de sueño en la última década.
La Dra. María Izquierdo-Pulido, autora principal del estudio, señala:
“Este es el primer ensayo controlado aleatorizado que muestra que el consumo diario de nueces mejoró de manera medible la calidad objetiva del sueño y aumentó los niveles de melatonina. Creemos que estos hallazgos abren la puerta a intervenciones dietéticas simples y seguras para mejorar el descanso nocturno.”
Por su parte, la coautora María Fernanda Zerón-Rugerio añade que la ingesta diaria, más que el momento del consumo, podría ser la clave para obtener estos beneficios, y no descarta estudios futuros en personas con trastornos del sueño crónicos.
Recomendaciones prácticas para incorporar nueces en la dieta
Los investigadores proponen formas sencillas de sumar nueces a la alimentación cotidiana:
- Albóndigas en salsa de nueces para una cena nutritiva y diferente.
- Batatas rellenas con sofrito de carne, especias y nueces, un plato completo que aporta proteínas y grasas saludables.
- Ensaladas, avena o verduras asadas con nueces picadas para un toque crujiente y nutritivo.
- Yogur o batidos con nueces para una merienda ligera y rica en micronutrientes.
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Futuras investigaciones y aplicaciones clínicas
Los autores señalan que estos hallazgos, aunque preliminares, podrían aplicarse en el futuro a personas con trastornos del sueño como el insomnio o la apnea del sueño, así como en grupos de mayor edad donde la calidad del sueño suele deteriorarse.
De confirmarse en estudios más amplios, el consumo de nueces podría convertirse en una estrategia dietética natural, económica y no farmacológica para mejorar la salud del sueño y, en consecuencia, la calidad de vida de millones de personas.
